Música/Espectáculo

El inesperado gesto de Furia que incomodó a Mauro y dividió las críticas en Gran Hermano

En un giro impactante dentro de la casa de Gran Hermano (Telefe), una acalorada discusión entre Furia y Mauro marcó uno de los episodios más intensos de la temporada. La confrontación, surgida en un contexto de tensiones previas, resonó en toda la casa durante la tarde del domingo, y escaló rápidamente hasta llegar a ser parte de la emisión de la gala de la noche de esa jornada.

Ante ello, la voz del programa tomó el lugar del animador y anunció la sanción que se le iba a aplicar a Juliana Scaglione. Por su conducta, la decisión que tomaron fue dejar a la jugadora nominada por el resto de su estadía en la casa. Aunque eso no fue todo: tampoco podrá ser salvada por el líder de la semana, ni tendrá la inmunidad en caso de ganar dicho rol.

Entonces, la deportista hizo su descargo, culpando también a su compañero y monopolizando el momento. Sin embargo, el joven no tuvo la oportunidad de hablar ni de dar su punto de vista, lo que provocó que durante la noche del lunes, mientras se desarrollaba una competencia que tenía como premio un 0 km, el exrugbier explotara. Fue así que comenzó a llorar y a lanzar frases de enojo. Luego de esquivar las indirectas, Santiago del Moro lo confrontó y el clima se volvió de tensión absoluta.

Los concursantes habían elegido que el musculoso no tuviera su oportunidad de participar por el automóvil, lo que terminó siendo (al parecer) la gota que rebalsó el vaso. “Algún día quiero ganar aunque sea una caja de bombones”, lanzó indignado mientras se sentaba molesto a un costado. “Yo me enojo porque ayer no me dejaron hablar. Simplemente”, lanzó en un llanto. “Pero, ¿qué querés hablar? Pará una cosa, porque yo estoy un poco hinchado las pelotas con todo”, arrojó Santiago, picantísimo.

“Chicos, este es un juego y un programa en el que ustedes pueden hablar las 24 horas a cámara. El que quiera. Tienen 200 cámaras. Todos los días se pueden plantar y hablan en vivo. ¿Querés hablar? Andá al confesionario y decí lo que quieras”, arrojó sin ánimo del calmar las aguas, por el contrario.

En ese momento Juliana se acercó, lo abrazó y le dijo que iban a hablar más tarde. “Después hablamos. No llores más”, aseguró ella, mientras él se secaba las lágrimas, incómodo por el acercamiento de su expareja dentro del reality. “Quedate tranquilo porque todo se ve desde afuera”, intervino el conductor.

La imagen del abrazo comenzó rápidamente a viralizarse en las redes y tanto los fanáticos de Furia como sus detractores no perdieron la oportunidad de opinar. “Después la tratan de maltratadora, la producción nos quiere manipular, mucha gente creyó y se bajó del barco. Miren cómo va y consuela al grandulón. Furia tiene mucho amor para dar”, destacó uno de los seguidores. Otro afirmó: “Él entró a jugar con ella. A hacer esto. Todo lo hace a propósito, cree que le puede ganar a Furia y sacarla, con el mismo discursito de siempre”.

Del otro lado, al mirar las mismas imágenes, varios encasillaron la reacción de la jugadora: “Página 1 del manual del manipulador violento”; “¿Lo consuela?”; “Después de decirle barbaridades e insultarlo, va y lo abraza. Poco más y hace que él le pida disculpas a ella… que mina cínica, manipuladora”; “Me resulta muy difícil entender el fanatismo de la violencia y la agresividad que manejan”.

Furia y Mauro a los besos en la fiesta de Gran Hermano
Mauro y Furia fueron pareja dentro de la casa

El origen del conflicto

Todo comenzó el domingo, cuando los jóvenes discutieron y la tensión comenzó a aumentar cuando algunos de los jugadores se preparaban para comer en el living. Si bien parecía transcurrir sin sobresaltos, todo cambió cuando Mauro decidió ir al exterior del recinto, donde acostumbra Juliana comer, pese a que la relación con su exnovia estaba en malos términos desde hace unos días. Rápidamente, los gritos comenzaron a tener protagonismo y, pese a los intentos de la producción por ocultarlos, el conflicto suscitado por el muchacho no pasó desapercibido.

“Yo voy a comer afuera, no quiero que vos estés”, lanzó la doble de riesgo al ver que el joven de 25 años se sentaba en el patio de la casa. “Creo que podemos comer ambos afuera, podemos ser lo bastante civilizados para hacerlo”, le respondió el muchacho, quien fue retado por la participante porque le estaba “rompiendo las pel…”.

“Dejame comer tranquila, dejame de romper las pel… Te lo pedí bien. En donde yo estoy, vos no estés, tómatela. Levantate de ahí porque voy a buscar mi pizza y quiero comer tranquila. Te lo dije en serio, ¡vos ni nadie me toma de pelo…, sor…!”, continuó, a los gritos la mujer mientras intentaba sacarlo de su lugar. Por su parte, el exdeportista intentó restarle importancia a la situación al quedarse junto a Nicolás. Esto no le gustó nada a ella, quien fue a encararlo a los gritos: “Todo porque quiere cámara, bobo… Te lo dije bien ayer, ¡a vos no te mira nadie!”.

La discusión continuó un largo rato con los gritos que resonaban en todo el lugar, y como era de esperarse, la secuencia quedó captada por las cámaras del reality, por lo que tanto los fanáticos como la producción fueron testigos. La actitud por parte de los jugadores no podía ser pasada por alto, por lo que tomaron represalias al respecto.

Sin embargo, tras conocerse la sanción, la participante no se quedó callada y continuó con la misma actitud, tal como registraron las cámaras al momento en que Santiago del Moro se comunicó con la casa. “Primero que nada, voy a agradecer a la producción, no solamente por cuidarme, porque varias veces me llamaba al confesionario, sino también por el diagnóstico que tuve y demás. Están todo el tiempo presentes”, comenzó, aunque rápidamente llegaría el tiempo de los reproches.

“Las discusiones se hacen de a dos, entonces la sanción tiene que ser para los dos. ¿Es así? No lo toqué, no lo empujé y todo lo que viene diciendo, se la pasa llorando cada vez que me dice y me insulta de maneras de que la verdad es que no sé qué tiene que decirme porque jamás lo traté como el culo”, además de aclarar que “me la paso cortándole el pelo, poniéndolo bonito y todo lo que ven porque soy una pelotuda, porque es la realidad”.

Mientras el resto de la casa continuaba en un respetuoso silencio, el participante aludido quiso hacer uso de la palabra y fue frenado de manera tajante por Juliana con un “dejame terminar de hablar, flaco”, mientras desde el estudio, el conductor del ciclo intentaba poner paños fríos sin lograrlo. Fue entonces que ella reconoció que no piensa claudicar en su juego y que “no lo pienso perder ni por él ni por nadie. Creo que de las traiciones, de todas las que tuve, ésta es la peor, porque sí entra en juego mi corazón, literal. Creo que en la cena pasada les dije que encontré el amor”.

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